Navarrete se encuentra a mitad de camino entre Logroño y Nájera.
Y aunque no es final de etapa del Camino de Santiago a su paso por La Rioja, es un punto histórico muy importante e interesante en el que todo peregrino debería alojarse unos días para descansar el cuerpo y enriquecer el alma con algunas de las joyas que solo ofrece esta tierra.
Su principal iglesia esconde uno de los retablos más grandes y deslumbrantes de España que no te puedes perder, además de uno de los dos únicos incensarios que quedan en el país, junto al botafumeiro de la catedral de Santiago de Compostela.
Navarrete es uno de los centros de alfarería referentes de España, por lo que también merece la pena ver cómo artesanos de toda la vida trabajan una arcilla que destaca por su calidad.
Aquí tienes a un paso varias bodegas que puedes visitar sin tener que desviarte del camino, frente a otras zonas de La Rioja, donde tienes que desplazarte varios kilómetros para llegar a bodegas visitables.
Además, puedes acceder a múltiples actividades y experiencias: paseos a caballo, rutas senderistas entre viñedos, rutas ciclistas, alquiler de bicis, campos de golf cercanos, la piscina municipal rodeada de césped y árboles…
Y, sobre todo, aquí se encuentra uno de los alojamientos mejor valorados por los peregrinos por su exquisito trato y su comodidad, donde sus dueños te atienden personalmente para que te sientas como en casa.
Se trata de Casa Peregrinando, una pensión con encanto en un antiguo palacio del siglo XVII, decorada con mucho gusto, con un agradable patio donde descansar placenteramente.
Y todo ello a un precio más asequible que un hotel del estilo.